La tecnología llegó y se quedó en nuestras vidas para hacernos la vida más fácil. También en lo que respecta al ámbito sanitario. Por eso, cada vez más empresas tecnológicas, desarrolladores de apps, ingenieros de robótica y científicos de datos se unen a la lucha contra el coronavirus. La epidemia del Covid-19 que está afectando a cerca de un centenar de países ha encontrado en la revolución tecnológica uno de sus principales combatientes.
Estos son algunos ejemplos de cómo la tecnología está ayudando a frenar la propagación de la enfermedad y la desinformación que existe en torno a ella.
Mapa de contagios
La Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos ha desarrollado un mapa interactivo que muestra, casi en tiempo real, el número de contagios de coronavirus en cada país, así como el balance de defunciones y personas infectadas que se han recuperado. Los datos proceden de organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y centros epidemiológicos. Este es el resultado.

Rastreo de posibles infectados
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los responsables de frenar la epidemia es rastrear los contactos a los que un enfermo por Covid-19 puede haber infectado. Se trata de un control que resulta fundamental para limitar la propagación, pero que no siempre resulta sencillo. Y es que a lo largo de un solo día puede haber decenas, cientos de personas con las que el afectado haya tenido algún tipo de contacto.
Aquí juega un papel esencial el Big Data. Así, en Shanghai los taxis vienen equipados con un código QR que, cuando se escanea, permite al pasajero registrar su viaje. De este modo, si las autoridades detectan un contagio relacionado con ese vehículo, las autoridades pueden contactar a otros posibles afectados, según explica la web local de noticias SHINE.
Y una extensión de WeChat, el WhatsApp chino, muestra en el dispositivo móvil el lugar de residencia de los contagios afectados, lo que permite a las empresas conocer si sus empleados viven o se mueven en una zona de riesgo, según relata ElPaís.
Robots para evitar el contagio
La principal medida para evitar la propagación de un virus tan contagioso como el Covid-19 pasa por reducir el contacto humano. En este sentido, los robots son especialmente útiles, ya que pueden transportar medicinas y alimentos e incluso tomar la temperatura. Por ejemplo, en un hotel de Hangzhou, ciudad china especialmente afectada por la epidemia, un robot llamado Little Peanut se encargaba de llevar comida a los huéspedes que permanecían en cuarentena dentro del establecimiento.
Mientras, en los hospitales de Wuhan, epicentro de la epidemia, varias decenas de robots de la empresa TMiRob se ocupan de desinfectar las zonas habilitadas para tratar a los pacientes y reducir así el contagio en un colectivo especialmente vulnerable, el del personal sanitario.
Reconocimiento facial, aliado de las mascarillas
Para evitar tocar superficies contaminadas o tener que retirar la mascarilla que ayuda a prevenir contagios, la sede de LG en Seúl, capital del segundo país más afectado por el Covid-19, ha adoptado un avanzado sistema de reconocimiento facial en todos sus controles de acceso. Este es capaz de reconocer a la persona incluso cuando lleva puesta una mascarilla, y sin necesidad de que toque ninguna superficie. El sistema ha sido diseñado por la tecnológica Sensetime y, según la web de The Korean Herald, identifica al trabajador en menos de un segundo.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología se ha puesto al servicio de la batalla contra el coronavirus. Inteligencia artificial, Big Data y muchos otros avances se están enfrentando a su primer gran reto a escala internacional. El tiempo dirá si los avances tecnológicos son la mejor vacuna contra el virus.
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